“Buenas noches mamá”, obra de Marsha Norman, dirigida ahora por Raúl Araiza Cadena, marca el regreso a los escenarios teatrales de Edith González y Rosa María Bianchi. Todo parece indicar que será una noche como cualquier otra en la casa de Thelma (Rosa María Bianchi) y Jessica (Edith González), pero la vida cotidiana cambia su curso cuando Jessica revela un estremecedor secreto. La obra, ganadora del Premio Pulitzer en 1983, plasma un conflicto existencial enmarcado en la relación más difícil: madre e hija. Las mentiras, las dependencias y el amor salen a la luz en un clímax inolvidable.

EDITH GONZÁLEZ: TOCANDO LOS EXTREMOS

¿Por qué regresar al teatro con esta obra?
Siempre he dicho que mi epitafio dirá: “Edith siempre lo intentó”. Tratando de ser fiel a mi pensamiento y a mí, lo intento de nuevo en una obra opuesta a “Aventurera”; era un espectáculo teatral, con todos los nombres que le quieran poner: cabaret, musical, lo que sea. Esta obra es íntima, sólo dos actrices en un tête à tête donde se planeta una situación dramática, trágica, simple, llana, seca, puntual. A través de lo cotidiano, llegar a una razón devastadora.

Tu papel de hija lo han interpretado Kathy Bates y Sissy Spacek, ¿qué le aportas al personaje con tu interpretación?
A mí me tocó ver a Sissy y mi forma actoral es sutil. No sé qué le voy a aportar, pero sí sé que me voy a partir todo lo posible por tratar de que sea humano, sensible y que pueda plantear, de una forma muy directa, sus intenciones y su elección. Pasan muchas cosas y espero darle peso a cada palabra, respetando lo que yo creo que se quiere decir: una decisión tan drástica, tomada tan fríamente y con esta carga existencial cruel. Este tipo de cosas, entre más sobrio se presenten, tienen más peso.

¿Cómo te identificas con el papel de la hija?
En muchísimas. Soy hija y soy madre. He leído por allí que esa es la relación más difícil; obviamente, los padres queremos lo mejor para los hijos; aunque les peguemos [ríe] todos queremos ser buenos padres. Tengo pocos años como mamá, aún no tengo los problemas importantes en mis manos; y como hija te das cuenta de los desencuentros con los padres y me identifico muchísimo. Es una historia bien narrada y escrita, que te muestra lo difícil de las relaciones humanas. Cuando vi la película me marcó mucho; con decirte que hasta la fecha sigo tomando el chocolate caliente con malvaviscos (un detalle de la historia). Uno crece y ve las relaciones de amigas con sus madres y dices: claro. Hay muchas verdades y mentiras a medias que van lastimando las relaciones y cosas que de pronto son tontas, pero en su momento tienen validez. Y se nos olvida la palabrita clave: comunicación.

¿Crees válido cómo Jessica llega a ese momento clímax?
No soy quien para decir si es válido o no lo que haga otro ser humano, pero sí es mi trabajo averiguar los detonantes que llevan a alguien a tomar una decisión trágica. Lo viví haciendo “Magnolias de acero”. No entendía porqué Shelby se quería embarazar si sabía que iba a morir y pensaba antes del estreno ‘esta tipa se pasa, es asquerosa’… y haciéndola, la entendí. Con Jessica este tipo de decisiones tienen que ver más con el alma que con el intelecto. Esta mujer es más intelectual y no la juzgo; mi labor es darle vida y que el público compre lo que se le presenta, sin juicios.

¿Qué quieres que las mujeres mexicanas se lleven de la obra?
Es un fiel retrato de lo que somos como madres, hijas y seres humanos. En la obra diremos cosas con las cuales la gente podrá identificarse. En comprensión de ser humano a ser humano podremos llegar más lejos y tener una esperanza.

¿Crees que la relación se complica por no hacerse responsables de sus actos, por la culpabilidad?
No tomar la responsabilidad de tus acciones es un drama en sí. El problema con la madre es que está allí desde que naciste y sí es responsable de muchas cosas que haces hasta cierta edad. El punto es: ¿en qué momento despertar y tomar las riendas de tu vida? Una de mis palabras favoritas es ‘elección’. Ser infeliz, echar culpas, ser responsable… ¿qué elijo en mi vida?

¿Cuál es tu reto más grande en la obra?
Reflejar el drama humano. Tiene una carga terrible que en ningún momento ves, porque son momentos cotidianos; ese será un gran reto. Es un drama actual, la familia es un tema importante, la obra tiene mucho que aportar.

Y mantener la tensión por 90 minutos, la energía que tiene que fluir entre ustedes.
Exactamente, estoy contenta de que esté Rosa María. Será interesante, es una artista que respeto mucho.

ROSA MARÍA BIANCHI: UNA HONDA REFLEXIÓN

¿Por qué decides hacer este papel?
Porque es vital que pongamos en la mesa el problema de la mala comunicación entre padres e hijos, es algo muy actual. Hay otros temas que están alrededor, como la depresión y el alejamiento; es importante que lo hablemos y que la gente vea hasta dónde pueden llegar las cosas.
¿Con quién te identificas más, con la madre o hija?
Con la incomunicación, por diversas circunstancias, que puede haber entre dos personas cercanas; tenemos una buena dosis de incomunicación en algunos de los círculos de nuestra vida.

Como actriz, ¿dónde está tu principal preocupación?
En entender a fondo lo que le pasa a este personaje y al de mi hija; vivirlo honda y complejamente, en llegar realmente a sentir lo que les pasa.

Con esta tensión, ¿te llevas algo a casa?
No, generalmente no. Yo trato de dejar a los personajes en el teatro; sin embargo, cada obra con esta hondura te deja experiencia y enseñanza.

Dentro de ellas, ¿cuáles son las que más te gustan?
Además de la incomunicación hay muchos temas más que no diré, que tienen que ver, pero a mí lo que más me llamó la atención y me gustó es lo difícil de mi personaje.

¿Qué crees que pudo haber hecho Thelma de manera diferente?
Las relaciones que están mal por mucho tiempo no se pueden solucionar en un momento. Tendrían que tomar una decisión muy diferente; necesitarían mucho tiempo por delante y una ayuda que venga de afuera: un psicoanálisis, una terapia familiar…

¿Piensas que la culpabilidad es un gran problema dentro de las relaciones humanas?
Claro, porque todos la llevamos a flor de piel, dentro de nuestra educación y de nuestra religión judeocristiana. Ante un acontecimiento que no entendemos o que pensamos que no podemos solucionar, nos sentimos culpables; no tenemos otra manera de reaccionar. No podemos no sentirnos mal ante una situación que afecta a nuestros hijos, pues no hicimos algo para ayudar, pero que al mismo tiempo nos dimos cuenta hasta ahora, no lo sabíamos. Ellas están en un punto clímax, donde es imposible arreglar algo, aunque la madre trata por todos los medios, argumenta, busca soluciones, intenta convencerla… pero no lo puede hacer en hora y media.

¿Trata lo suficiente?
Hasta donde su educación, inteligencia y sensibilidad se lo permiten; creo que ella hace todo lo posible; y, ¿te digo la verdad? No creo que ante una situación así alguien pudiera hacer otra cosa.

¿Con qué quieres que se quede el público cuando vea la obra?
De ser posible, con una reflexión sobre nuestra propia incomunicación.

TEATRO LIBANÉS
Barranca del Muerto s/n entre Insurgentes Sur y Minerva.
(55) 5661 8130
Estreno: Viernes 12 de marzo (únicas 10 semanas)
Meximan producciones
wwwmeximanproducciones.com

FUNCIONES
Viernes 19:30 y 21:30 horas
Sábado 18:30 y 20:30 horas
Domingo 17:30 y 19:30 horas

BOLETOS
Taquillas del teatro
Ticketmaster: (55) 5325 9000
Precio $400.00, $350.00 y $200.00

EDITH GONZБLEZ ЎSE LANZA AL AGUA EMBARAZADA!

Ella lo confirmу...

En entrevista para la revista "ЎHOLA! MЙXICO" la actriz mexicana cofnirmу que se casa con su pareja Lorenzo Lazo y que ademбs esperan su primer hijo juntos.

Tanto ella, como йl tienen una hija (cada uno) de relaciones anteriores, asн que el bebй que esperan tendrб al nacer dos hermanas. ЎFelicitaciones!

http://www.tvchismesdigital.com/chismes_.php?id=7808