Нарыла фоточки где Наташка еще молодая)) Не знаю были такие или нет)) но ничего страшного если повторюсь

Наталии очень идёт красный цвет,просто супер!

Ага, в красном она вообще сногсшибательна!!!

Наталия в студии:

"Siempre fui bastante nómade"

Natalia Oreiro monopoliza todas las miradas en cualquier parte del mundo. Incluso en Brasilia donde sus novelas y su música no han tenido la penetración que tuvieron en Rusia o Medio Oriente, la actriz es capaz de detener el tránsito del Distrito Federal solamente luciendo un vestido rojo.
Si bien Oreiro es una amante de Brasil, nunca había estado en la capital del país, que está próxima a cumplir cincuenta años y que todavía sorprende por lo futurista de su arquitectura. Fascinada por los edificios, la actriz posó para 7 DÍAS frente a las construcciones más representativas del lugar. Natalia dio un giro en su carrera y se abocó plenamente al cine, con papeles más dramáticos e historias menos comerciales. Una de las que viene acompañando en los diferentes festivales es Francia, dirigida por Adrián Caetano, en la que interpreta un papel diferente a los que tiene acostumbrado al público.

Desde Venecia a San Sebastián y ahora al FIC Brasilia IX, la actriz estuvo apoyando la película.

–¿A qué se debió el cambio en la elección de papeles?

–Hace tiempo tuve como la sensación del abismo, de decir: “¡guau!”. Dejar algo muy conocido por mí, que además disfruto mucho, que es la televisión, por películas independientes y personajes dramáticos, fue como un volver a empezar. Si lo pienso, es la adrenalina del volver a empezar.

–¿A la cantante la dejó de lado?

–Hoy no tengo claro de qué forma expresarme a través de la música. Necesito que cada cosa que hago tenga que ver con lo que soy hoy y siento que todo el tiempo me ofrecen cosas que tienen que ver con la Natalia de veinte años y ya no quiero hacerme la nena. Ya soy una mujer y mis trabajos tienen que tener eso.

–En Francia hace una escena de un parto que tiene imágenes de uno real, ¿le tiene miedo a esa situación?

–No, ¿sabés que no? Tengo mucha tolerancia al dolor, me da más miedo el mundo que va a recibir a mi hijo. Pensar qué es lo que les estamos dejando, cómo educarlo de manera libre, al mismo tiempo que pueda tener contacto con la naturaleza sin estar preocupada si le va a pasar algo. Eso, quizás en las ciudades es un poco difícil.

–¿Tiene planes o ganas de tener un hijo?

–No muchas. Me encantaría ser mamá, sí creo que es algo que me gustaría en algún momento. Quiero ser mamá algún día pero no es una necesidad puntual de hoy; hoy está bueno así (risas).

VIAJERA. Aunque Francia todavía no se estrenó en los cines argentinos, la película ya se presentó en varios festivales en menos de tres meses, y Natalia estuvo en casi todas las proyecciones. En medio de tantos viajes, presentó la nueva colección de Las Oreiro, la marca que comparte con su hermana y que es una de las preferidas de las famosas. “Nunca pensé que a la gente le iba a gustar tanto y que mis colegas se iban a identificar porque es un medio tan competitivo que a veces uno siente que al otro no le va a gustar. Pero al contrario, ahora tengo una relación muy linda con actrices que no me conocían y la tengo porque usan mi marca”, confiesa la ex “Muñeca brava”.

–Yendo a tantos festivales, ¿no le dan ganas de quedarse más tiempo en casa?

–Siempre fui bastante nómade. Aunque esto hizo que no pudiera tener un grupo de amigos, también hizo que sea una persona que se adapta fácilmente a las situaciones y también soy bastante desapegada con las cosas en general. Yo puedo dejar mi casa, pero lo que no podría dejar sería a mis seres queridos ni a mis animales.

–¿Cómo se mantiene la pareja con Ricardo Mollo entre tantos rumores de ruptura?

–Ricardo me conoció así, yo siempre fui así. Estas cosas de querer cambiar al otro me parecen un error, uno se enamora del otro con todo lo que el otro es. En ese sentido siempre estuvo muy claro, sería muy difícil y triste para ambos querer modificar la realidad del otro. Por el contrario, él me alienta y lo disfruta. Disfruta mucho que yo esté contenta y confía mucho en mí como actriz.

–¿Hace las tareas de la casa cuando está en Buenos Aires?

–No. No nos cocina nadie, pero tengo a Blanquita que trabaja conmigo desde que llegué a la Argentina, pero no duerme en casa. No soy Susanita. Yo soy vegetariana y bastante macrobiótica, entonces es simplemente hervir un poco de arroz y ponerle sésamo o almendras, choclo, porotos negros..., ¡ay, suena horrible! (risas). Después como pizza y me mato con chocolate. Hay un chocolate negro que tiene chili y me puedo bajar dos tabletas por noche. Trato de comer chocolate de buena calidad, con poco contenido de grasa.

–¿Se cuida con la comida?

–No, engordo también, pasa que se me va todo a la cola. No puedo usar jeans, entonces siempre uso vestidos para que me estiren un poco más. Si yo quisiera hacerme la moderna no podría, porque tengo cuerpo de chica retro. Yo, adentro de un chupín no entro (risas).

–¿Ricardo es celoso?

–Sí, pero todas las personas somos celosas, ¿quién no lo es? Lo importante es que el otro no te dé motivos, pero el ser humano tiene esa característica de nacimiento, a no ser que seas una persona fría. Por suerte, es celoso pero lo normal; si no sería difícil estar conmigo y con él también. Pero mi pareja se basa en la confianza.

–¿Cómo maneja los rumores?

–Trato de no meterme en ese terreno porque no tiene que ver con mi realidad. Es algo que me sucedió siempre y que ya dejó de sorprenderme, pero no deja de dolerme, porque preferiría que no sucediera. No lo dejo entrar, está fuera de mi casa.

–Estuvo en el velorio de Antonio Echarri, ¿sentía mucho cariño por él?

–Eso lo vivo como la Natalia común y no tengo ganas de leerme en una revista haciendo ningún tipo de comentario. Esos procesos para mí son muy personales y hay cosas de las que yo prefiero no opinar públicamente.